Energía limpia versus renovable

Muchas veces, incluso dentro de la misma industria energética, se utiliza el término energía limpia y energía renovable como si fueran sinónimos. Lo cierto es que no lo son, hay una diferencia importante entre ambas y en este blog nos gustaría explicártela.

Energía eléctrica renovable

Según greenpeace.org, la energía eléctrica renovable es aquella que viene de fuentes renovables, es decir, fuentes que se pueden seguir utilizando una y otra vez como la energía producida a través del agua, conocida como energía hidroeléctrica. Aunque esa fuente de energía (agua) proviene de la naturaleza y no contamina el medio ambiente, construir una planta hidroeléctrica implica intervenir la naturaleza.

¿A qué nos referimos? Para lograr construir una planta hidroeléctrica hay que llegar a una fuente de agua (río). Luego talar árboles, modificar caudales, interferir en los ecosistemas, etc. De hecho, hay sistemas de energía eléctrica renovables pero para producir energía emiten CO2 a la atmósfera. Éstas requieren de equipos que utilizan combustibles fósiles. Por lo tanto, no es una fuente de energía sin huellas negativas para el medio ambiente. 

Energía eléctrica limpia

Por el contrario, la energía eléctrica limpia viene de fuentes renovables (sol, viento, biomasa, etc) pero no implica modificar el medio ambiente.  Simplemente se instala un sistema en el espacio idóneo para que capte la fuente y genere la energía. Además, la energía limpia no emite CO2 al medio ambiente.

Un productor de energía limpia puede compensar el 100% de su huella ambiental en su cadena de valor antes de producir su energía. Por otro lado, un productor de energía renovable puede hacerlo después de producirla. ¿Esto qué quiere decir?

Huellas ambientales

Para nadie es un secreto que producir casi cualquier tipo de bien, implica alguna huella en su proceso de producción. Por ejemplo, para producir un panel solar se requieren diferentes materias primas, minerales, agua, electricidad, etc (huella 1). Todas estas huellas se pueden neutralizar o compensar. Por ejemplo, con siembra de árboles, reciclaje, protección de mantos acuíferos, entre otros métodos. Sin embargo, a partir del momento en que el panel solar está captando la luz del sol para producir energía, no está generando ninguna huella negativa ambiental.

Siguiendo con el ejemplo de una planta hidroeléctrica, el proceso de instalación de la planta interfiere la naturaleza (huella 1). Según el artículo de ojoalclima.com del 2017,  las plantas hidroeléctricas tienden a inundar los alrededores. Esto ocasiona que el exceso de agua ahogue los bosques y provoque un des-balance en el ciclo de descomposición de la materia orgánica. Ésta se convierte en gas metano, CO2 y óxido nitroso, que terminan siendo gases de efecto invernadero (huella 2). Por lo tanto, las plantas hidroeléctricas tienen que compensar y mitigar su huella después de haber generado la energía.

Si quisieras más información al respecto, nos podés escribir a comunicacion@greenenergy.cr